Todo el mundo cuando acaba de visitar la Sagrada Familia siempre se olvida de algo, visitar el Hospital de Santa Cruz y Sant Pau. Situado a sólo 10 minutos andando de la Sagrada Familia, es una visita necesaria para conocer la arquitectura modernista de Barcelona. Una vez situado en la Sagrada Familia cogemos la Avenida Gaudí, calle peatonal llena de bares y restaurantes, que nos lleva directamente a este fantástico edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Esta monumental construcción de Lluis Doménech i Montaner es un ejemplo de exponente del Modernismo. Todo el conjunto es de una gran riqueza ornamental donde predomina el rojo del ladrillo contrastado con la cerámica y los mosaicos que revisten multitud de espacios. Más allá de su imponente exterior, todo el complejo (27 pabellones de los diferentes servicios médicos y enfermería) está interconectado por pasajes subterráneos que optimizan los traslados del personal y pacientes para la labor de emergencias, manteniendo las corridas e imágenes chocantes fuera de la vista del público y permitiendo que en el recinto haya un ambiente de paz y tranquilidad.Se fundó el año 1401 por la fusión de 6 hospitales y su apariencia actual fue proyectado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales representantes del modernismo catalán.
Actualmente es un conjunto que actualmente ocupa 9 manzanas (300 metros por 300 metros) del barrio de l’Eixample. Destaca su edificio principal y la iglesia, separada de éste y que resulta impresionante. La parte más impactante es el edificio de acceso, donde una escalinata nos pone a los pies de una importante fachada de apariencia gótica en el que, como por casualidad, se alza una torre que remata un reloj. En un espacio separado se encuentra la iglesia, que resulta impresionante. Sin embargo, los pabellones son también de gran interés, especialmente por que cada uno de ellos es diferente de los demás.Se sitúa en la calle de Sant Antoni Maria Claret en los números entre el 167-171.
Entre todos los edificios destaca el principal, de la administración, al que se accede por una amplia escalinata. A ambos lados se encuentran las salas de la biblioteca y de la secretaría. En un espacio separado se encuentra la iglesia, que resulta impresionante. Sin embargo, los pabellones son también de gran interés, especialmente por qué cada uno de ellos es diferente de los demás.
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